MNBA Exhibe las excelsas obras de Julio Le Parc

Hasta el próximo 17 de noviembre en los espacios del Museo Nacional de Bellas Artes se exponen la serie de piezas del artista Julio Le Parc “Transición Buenos Aires-París (1955-1959)”.

El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró el miércoles 21 de agosto, a las 18, la muestra “Julio Le Parc. Transición Buenos Aires-París (1955-1959)”, que presentará en el Pabellón de exposiciones temporarias un centenar de pinturas, dibujos, acuarelas y grabados, algunos de ellos nunca exhibidos, que ponen en relieve la obra temprana del gran artista argentino.

La exposición, que rinde homenaje al creador nacido en Mendoza hace 90 años, indaga sobre el impacto de sus primeras experiencias, que precedieron a la consolidación de Le Parc como figura clave del arte local e internacional.

“La obra de Julio Le Parc concita desde siempre un feliz sobresalto”, afirma el director del Bellas Artes, Andrés Duprat. “El Museo acoge esta muestra homenaje al gran maestro argentino con la certeza de que sus creaciones, en las que se cifran buena parte de las escuelas plásticas en que inscribió su labor –abstracción, arte cinético, conceptualismo, op art–, permiten retomar el diálogo con la tradición universal desde un lenguaje fiel a sí mismo que captura los dilemas de cada época con la potencia interpelante de toda novedad radical”.

Curada por la directora artística del Bellas Artes, Mariana Marchesi, la exhibición abarca un período fechado entre las décadas de 1950-1960, desde sus épocas de estudiante en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires hasta sus primeros años en París, donde fundó el Grupo de Investigación de Arte Visual (GRAV) y realizó sus experiencias iniciales con la abstracción geométrica.

El primer núcleo de la muestra, “Los años de formación y la tradición de la enseñanza”, reúne una selección de dibujos y pinturas realizados por el artista en su etapa de alumno de la Escuela de Bellas Artes, una institución dominada por el peso de la tradición de la enseñanza artística. “La revuelta de los estudiantes y la experimentación de las formas”, el segundo núcleo, se concentra en el período 1956-1958, los últimos años de Le Parc en Buenos Aires, cuando lideró la agrupación que se rebeló contra los métodos establecidos para el aprendizaje del arte. En este contexto, se conformó un grupo en torno al taller de grabado de la Escuela, donde el artista realizó una serie de monocopias, por medio de las que inició sus exploraciones con las formas y el color sobre el papel.

En tanto, “París 1959: el ojo y la superficie activa” se sumerge en los primeros meses de Le Parc en la capital francesa, donde produjo cerca de 150 acuarelas y dibujos con tinta que permiten observar el vuelco hacia la abstracción. En estas piezas –explica Marchesi– “se advierten los intereses que llevarían al artista a investigar conceptos como el movimiento o la serialidad, y su incidencia en los mecanismos de la percepción visual”.

Con obras provenientes en su mayoría del Atelier Le Parc, la exposición se completa con un grupo de pinturas de colecciones particulares y la instalación lumínica “Inestabilidad. Proposición arquitectural”, una pieza clave de la producción del artista, que forma parte del acervo del Museo y que integró la primera muestra de Le Parc en el Bellas Artes, en 1964. 

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